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Artrosis: ¿Cuál es la esperanza de vida de un perro con artrosis?

19 de Junio de 2025
perro con artrosis en una clínica veterinaria

Si tu perro cojea, podría tener artrosis. Detecta a tiempo los síntomas en tu veterinario de confianza. Aquí te contamos cómo podría afectar su comportamiento y la esperanza de vida.

La artrosis es una afección común en perros de todas las razas y edades, aunque aparece con más frecuencia en aquellos de mayor edad. Esta enfermedad degenerativa de las articulaciones no solo causa dolor y molestias a nuestros perros, sino que también puede impactar significativamente su calidad de vida. En este artículo, te explicamos qué es la artrosis, cómo reconocer sus síntomas en tu perro, la esperanza de vida de un perro con artrosis, posibles tratamientos y cuándo podría ser el momento de considerar la eutanasia.

¿Qué es la artrosis y cómo afecta a los perros?

La artrosis es una enfermedad degenerativa crónica que afecta a las articulaciones, incluyendo las estructuras involucradas en su funcionamiento: cartílago, cápsula articular, hueso, músculos, tendones y ligamentos. Esta enfermedad implica la degeneración del cartílago articular, el cual actúa como un amortiguador entre los huesos de la articulación. Con el tiempo, el desgaste de este tejido puede llevar a que los huesos rocen entre sí, causando dolor, inflamación y pérdida de movilidad.

En los perros, la artrosis puede desarrollarse por diversas razones. Las causas más comunes incluyen el envejecimiento, lesiones previas, malformaciones congénitas o displasias y sobrepeso, que actúa negativamente aumentando el estrés mecánico sobre las articulaciones. Cualquiera de estos factores puede llevar al deterioro del cartílago articular, iniciando un ciclo de dolor y reducción de la actividad física, que a menudo empeoran con el tiempo.

El impacto de la artrosis en la vida de un perro puede ser significativo. Los síntomas varían desde una leve rigidez y una menor disposición a jugar o correr, hasta un dolor intenso que puede hacer que el perro cojee o incluso que tenga dificultades para levantarse. La disminución de la actividad no solo afecta su bienestar físico, sino también a su salud mental, ya que la falta de ejercicio puede llevar a problemas de comportamiento en los perros. Nuestro perro se puede mostrar más reticente a que le toquemos mostrando dolor al palpar algunas zonas del cuerpo, jadeo, e incluso pérdida de apetito.

La artrosis no afecta únicamente a los perros mayores. Aunque es más común en perros sénior, los jóvenes también pueden desarrollar esta enfermedad, especialmente si tienen predisposiciones genéticas a ciertas enfermedades que cursan con la aparición de artrosis.  o han sufrido traumas en las articulaciones. Hay ciertas razas predispuestas a enfermedades que tienen asociada artrosis, suelen ser razas grandes como Labrador Retriever, Husky Siberiano, o Rottweiler.

Cómo detectar la artrosis en perros: principales señales

Reconocer la artrosis en perros a menudo requiere una observación cuidadosa de su comportamiento y movimiento diarios. Los signos clínicos pueden variar en función de lo avanzada que esté la enfermedad y del individuo. En ocasiones, se encuentra artrosis en pruebas de imagen de perros que no muestran problemas articulares en su vida cotidiana. A veces, los tutores no detectan signos en sus perros hasta que no existe una artrosis muy avanzada.

Los primeros signos pueden ser sutiles, pero si prestas atención, puedes detectar la afección antes de que progrese demasiado. A continuación, te presentamos algunos de los signos clínicos más comunes que pueden indicar la presencia de artrosis en tu perro.

Es importante observar cambios en la movilidad y actividad física. Los perros con artrosis pueden mostrar una menor disposición para realizar actividades que antes disfrutaban, como correr, saltar o jugar. Puedes notar que tu perro se levanta con dificultad después de estar acostado o que camina con rigidez, especialmente después de periodos de inactividad. Estos signos suelen ser más pronunciados por las mañanas o después de haber estado tumbado. En las fases iniciales, es frecuente observar cojera intermitente, que puede desaparecer o disminuir de intensidad cuando la articulación ha estado en reposo.

Además de los cambios en la movilidad, también es fundamental estar atento a señales de dolor. Un perro con artrosis puede no querer que lo toques en ciertas áreas del cuerpo, particularmente cerca de las articulaciones afectadas. Puede gruñir o morder si intentas manipular sus extremidades.

También es útil observar el comportamiento general de tu perro. Los perros con artrosis a menudo muestran signos de letargo o irritabilidad debido al dolor crónico. Pueden mostrarse reacios a subir escaleras, saltar al coche o incluso salir a pasear. Es posible que notes un cambio en la forma en que se sientan o se acuestan; los perros con artrosis a menudo intentan evitar posiciones que les causen dolor, lo que puede llevar a posturas inusuales o a movimientos lentos y cuidadosos.

Un signo menos obvio, aunque igualmente importante, es la pérdida de masa muscular. Los perros con artrosis pueden perder el tono muscular de las extremidades afectadas debido a la menor actividad física. Esto se debe a que el dolor los lleva a evitar usar las articulaciones dolorosas, lo que a su vez puede causar atrofia muscular con el tiempo. Observar la masa muscular en las extremidades puede proporcionar pistas adicionales sobre la presencia y el progreso de la artrosis.

Si tu perro presenta síntomas compatibles con los descritos, debes acudir a tu veterinario para una valoración del caso y realización de pruebas diagnósticas para determinar si estamos ante un problema de artrosis y en caso de ser así, saber en qué fase de la enfermedad nos encontramos. De esta manera se podrá instaurar el tratamiento adecuado. La cojera y el dolor no son exclusivos de esta patología, por lo que basarnos solamente en la presencia de estos hallazgos nos podría llevar a establecer tratamientos erróneos.

¿Cuál es la esperanza de vida de un perro con artrosis?

Determinar la esperanza de vida de un perro con artrosis no es sencillo, ya que depende de muchos factores individuales. Sin embargo, con un diagnóstico y tratamiento adecuados, muchos perros pueden vivir una vida larga y relativamente cómoda a pesar de su afección.

El pronóstico de un perro con artrosis varía dependiendo de la gravedad de la enfermedad, la rapidez con la que se diagnosticó y se trató, y la respuesta del perro al tratamiento. En general, los perros que reciben un manejo integral de la artrosis, que incluye medicamentos para el dolor, suplementos para las articulaciones, control del peso y terapia física, pueden llevar una vida activa y feliz durante muchos años.

La clave para una buena calidad de vida y una esperanza de vida prolongada radica en la atención continua y adaptada a las necesidades del perro. Esto implica ajustes en su rutina de ejercicio, dietas específicas para el control del peso y el manejo del dolor, y posiblemente terapias adicionales como la rehabilitación. Mantener una comunicación adecuada con tu veterinario es fundamental para ajustar el tratamiento según la evolución de la enfermedad y las necesidades de tu perro.

Además, es fundamental considerar el papel del entorno del perro en su calidad de vida. Los perros con artrosis pueden beneficiarse de un entorno accesible y adaptado a sus necesidades. Esto puede incluir el uso de camas ortopédicas, rampas para evitar escaleras y superficies antideslizantes para facilitar el movimiento. Un entorno adecuado puede ayudar a reducir el estrés en las articulaciones y mejorar la movilidad, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la esperanza y la calidad de vida de tu perro.

¿Se puede curar la artrosis en perros?

Actualmente, no existe una cura definitiva para la artrosis en perros. La artrosis es una enfermedad degenerativa, lo que significa que tiende a empeorar con el tiempo. Sin embargo, eso no significa que no se puedan tomar medidas para mejorar significativamente la calidad de vida de un perro con esta afección.

El tratamiento de la artrosis se aborda de diferentes maneras, incluyendo tratamiento farmacológico y quirúrgico. Los objetivos del correcto manejo de la enfermedad pretenden alcanzar la reducción del dolor articular, consiguiendo una mayor flexibilidad articular y mejorando la calidad de vida. Para llegar a estos objetivos se combina tratamiento farmacológico, con nutracéuticos, cambios en el estilo de vida y en ocasiones, tratamiento quirúrgico.

Dentro de los cambios en el estilo de vida deberíamos incluir el control del peso. En este aspecto nos centraríamos en el manejo dietético y en el ejercicio físico, ambos persiguen evitar el sobrepeso de nuestros animales de compañía, el cual es un factor negativo a la hora de padecer artrosis.

En caso de que estemos ante un perro con sobrepeso, las dietas formuladas específicamente para la pérdida de peso deben ser siempre utilizadas porque tienden a estar suplementadas con nutrientes esenciales en relación con el contenido energético, lo que reduce la posibilidad de desnutrición. Estas dietas a menudo están suplementadas con proteínas y fibra, lo cual minimiza los signos de hambre de nuestro perro. Es fundamental medir las porciones de comida con precisión. Las sobras de comida y las golosinas deben evitarse.

En cuanto al ejercicio físico, tu perro debe ser ejercitado de forma razonable a fin de reducir los síntomas y, retrasar el avance. En estos casos, para los perros con artrosis, el ejercicio recomendado es el de bajo impacto, como caminar o nadar. Suelen sentarle mejor los paseos cortos y frecuentes que los largos y menos frecuentes. La rehabilitación es buena opción, ya que promueve el empleo de terapias como caminar en cinta caminadora sumergida lo cual permite el ejercicio reduciendo la carga de peso sobre las articulaciones.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la artrosis en perros debe ser individualizado. Cada perro puede responder de manera diferente a los tratamientos, por lo que es crucial trabajar en estrecha colaboración con tu veterinario para desarrollar un plan de manejo adecuado. Esto puede implicar ajustes en los medicamentos, cambios en la dieta o la inclusión de nuevas terapias a medida que la enfermedad progresa.

Conclusión

La artrosis es una enfermedad dolorosa y debilitante que afecta a muchos perros. Aunque no se puede curar, con el manejo adecuado, es posible mejorar significativamente la calidad de vida de tu perro. Recuerda, Siempre que tu veterinario de confianza lo considere oportuno, los profesionales del Hospital Clínico Veterinario están disponibles para ayudarte a manejar la artrosis de tu perro y ofrecer el apoyo necesario en cada etapa de su vida. No dudes en buscar su ayuda para asegurar el bienestar de tu animal de compañía.