Masas subcutáneas en animales: ¿Podría ser un absceso por cuerpo extraño?

¿Qué es un absceso por cuerpo extraño?

Si has notado un bulto bajo la piel de tu perro, debes conocer que existen diferentes causas como quistes, nódulos de origen tumoral, o la presencia de un absceso secundario a la presencia de un cuerpo extraño alojado en su interior, como puede ser una espiga.

Un absceso cutáneo es una acumulación de pus bajo la piel, generalmente causada por una infección. En algunos casos, los perros pueden desarrollar abscesos como respuesta secundaria a un cuerpo extraño que ha penetrado en los tejidos. Las espigas (las semillas de algunas gramíneas) son un ejemplo frecuente: pueden clavarse en la piel, especialmente entre los dedos, en el pecho o en zonas de contacto con la hierba o incluso inspirado vía nasal y migrar hacia el interior del cuerpo.

Signos clínicos característicos de un absceso cutáneo

Si tu perro tiene un bulto en la piel, presta atención a los siguientes signos:

• Hinchazón localizada que puede ser dolorosa.

• Enrojecimiento o calor en la zona.

• Secreción de pus o sangre si el absceso ha empezado a drenar.

• Lamido o rascado constante del área afectada.

• Fiebre o decaimiento en casos más avanzados.

Importancia de la ecografía en el diagnóstico

A simple vista, un bulto puede parecer un quiste, un lipoma (tumor benigno de grasa) o incluso un tumor maligno. Sin embargo, si el absceso es secundario a la presencia de una espiga u otro cuerpo extraño, es crucial identificarlo para evitar infecciones recurrentes. Aquí es donde la ecografía como técnica diagnóstica juega un papel fundamental.

Mediante la ecografía, el veterinario puede visualizar estructuras internas y detectar la posible presencia de un cuerpo extraño, diferenciándolo de otras causas de inflamación o masas subcutáneas. En algunos casos, también puede guiar la extracción del material extraño sin necesidad de realizar un procedimiento quirúrgico para su resolución.

Para los compañeros ecografistas, es ideal que el bulto no se drene previamente para que el absceso mantenga el contenido líquido en su interior y no se introduzca gas que interferir en la técnica diagnóstica impidiendo la correcta visualización del cuerpo extraño y la extracción del mismo.